Sesión de calentamiento para los empeines
Antes de empezar con nuestra práctica tenemos que saber como movernos para efectuar una «sesión de calentamiento». También en el yoga, como en todas las disciplinas en que trabajamos el cuerpo entero, se requiere una fase de preparación; es esencial estirar, calentar y movilizar cada parte que iremos a utilizar.
Sobre todo al principio, cuando el practicante no sabe coordinar el movimiento con la inhalación y la exhalación y no ha encontrado la armonía necesaria entre cuerpo y mente, hay un gran esfuerzo tanto muscular como articular. Muchas posiciones implican el estiramiento de algunos músculos y la contracción de otros, la apertura de articulaciones (como por ejemplo las de la cadera), el control postural y mucha concentración mental. Debido a la complejidad de algunas posturas, hacer ejercicios «en frío», sin calentar, implica un grave riesgo de contracturas, esguinces y torceduras.
Ya hemos podido ver anteriormente una sesión de 20 minutos óptima para calentar el cuerpo (pincha aquí para volver a verla), pero hoy queremos empezar a profundizar el calentamiento en el yoga hablando de partes concretas del cuerpo.
Sesión de calentamiento para los empeines
Nos sentamos con los glúteos encima de los talones en Vajrasana (postura de la roca). Si tenemos problemas con las rodillas nuestro consejo es poner un cojín en la zona denominada hueco poplíteo o corva. Si siguen molestando, podemos poner otro cojín debajo de las rodillas. El estiramiento más simple es con las manos a los lados de la cadera y con las yemas tocando el suelo. La espalda se queda recta, el pecho levantado y los hombros relajados (imagen de portada).
Movemos nuestro peso hacia el lado derecho y levantamos la rodilla izquierda dejando el empeine en el suelo. La sensación será de un gran estiramiento de la parte delantera del empeine y de la pantorrilla izquierda.
Hacemos lo mismo con la rodilla derecha. Movemos el peso hacia el lado izquierdo y levantamos la rodilla derecha dejando el empeine en el suelo. La sensación será de un gran estiramiento de la parte delantera del empeine y de la pantorrilla derecha.
Por ultimo, movemos el tronco hacia adelante y ponemos los pies en flexión, de modo que las plantas se queden a 90º con el suelo y los dedos doblados. Nos sentamos encima de la parte superior de los talones durante el tiempo que resulte confortable.
Para hacer el mismo ejercicio pero con menos vigor, posicionamos las manos al lado de las rodillas y seguimos las instrucciones anteriores.
Finalmente, para terminar la sesión es posible intensificar la acción del estiramiento y levantar las dos rodillas a la vez descargando todo el peso en los empeines.
Es también posible aliviar la tensión en los pies en la posición de sentado en los talones apoyando las manos en el suelo.
Como en todas las prácticas, se recomienda tener sentido común en la ejecución de todas las posturas. Siempre buscando la intensidad y el estiramiento y evitando el dolor.
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laura
Muy buenas explicaciones! Practico yoga Iyengar desde hace 3 años. Actualmente ayudo en las clases flexibilidas en el gym al que asisto
Mirko
Gracias por leernos Laura, es un placer 🙂