Qué ocurre si dormimos en una habitación fría

Hotel de hielo

¿A quién no le gusta, en invierno, meterse debajo del nórdico tan calentito cuando fuera hace frío? Es muy importante mantener la temperatura bajo control en casa para incrementar nuestro bienestar y no vivir tapado hasta arriba como el hombre Michelin o en camisa hawaiana cuando fuera nieva. 21 grados durante el día y algo menos por la noche, esto es lo que me han enseñado en mi casa. Pero dormir cómodos con la temperatura que más apetezca no es sinónimo de condición óptima para estar en forma.

Según expertos, la temperatura óptima está entre 15 y 19 grados; un auténtico disparate para los más frioleros. Pero pese a que esta recomendación sea dura de seguir, una temperatura más baja ayuda a que el cuerpo mantenga una forma ideal.

En primer lugar, en una habitación fría disminuye el riesgo de padecer problemas relacionados al metabolismo, como la diabetes. En un ambiente más frío se favorece la producción de grasa marrón (o grasa “buena”), doblando su cantidad respecto a la producción normal. Además, dormir en esa condición permite quemar más calorías, ya que el cuerpo quemará grasa para restablecer la temperatura. Otra ventaja de bajar la temperatura afecta a nuestro aspecto. Mantener la temperatura por encima de los 19 grados impide al cuerpo enfriarse naturalmente a través del sueño y de la melatonina. La melatonina representa la más importante hormona anti-edad y permite que el cuerpo se enfríe con naturalidad. Como respuesta al enfriamiento, el cuerpo produce niveles más elevados de la hormona del crecimiento (también anti-edad) para que aparezcamos y nos sintamos más jóvenes.

Para facilitar enfriar el cuerpo, estudiosos recomiendan dormir desnudos, de esta manera el cuerpo produce menos cortisona, hormona asociada al estrés y al aumento de peso. Otro consejo de los expertos es dormir desnudos con alguien en la cama. Según una investigación, las parejas que duermen desnudas tienen una relación más feliz y abierta respecto a las parejas que utilizan prendas como el pijama. Además, debido al contacto de la piel desnuda, el cuerpo produce otra hormona, la oxitocina. Esta hormona, que está asociada a la respuesta sexual, ayuda a mejorar la salud física y mental, combate el estrés, la depresión y la tensión baja.

Así que ya sabes, enfriar un poco tu dormitorio es tan fácil como bajar la temperatura en el termostato y probar durante algunos días: en un entorno algo frío tardarás menos en dormirte ya que el cuerpo necesita bajar la temperatura para propiciar un descanso regenerador. Además, ahorrará algún dinerillo de calefacción. Son todas ventajas.

Mirko

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