¿Cómo el yoga transforma el cuerpo?
Hay deportes que requieren adecuada preparación física antes de poderse aprovechar todos sus beneficios. En el yoga también, a medida que se progresa en la práctica, se alcanzan niveles de maestría que abren las puertas a toda una serie de descubrimientos. Pero a diferencia de otras actividades, el yoga permite sacar partido a una sesión incluso siendo un principiante.
Para iniciarse en el yoga es necesario rebajar las expectativas y no forzar, sobre todo si no se tiene mucha flexibilidad o desarrollo muscular. En el yoga no existen niveles de dificultad, una sesión es igual de válida para un veterano y un neófita. La diferencia fundamental está en que si uno tiene experiencia, entonces conoce sus propios límites y sabe hasta donde forzar un estiramiento, durante cuánto tiempo mantener una postura y cuántas veces repetir una asana.
El practicante que quiera descubrir los beneficios del yoga, deberá tomarse con calma la sesión para conocer sus límites. Solo así podrá experimentar una serie de cambios agradables.
Después de una clase
Ayuda a mejorar el funcionamiento del cerebro. Según un estudio de la Universidad de Illinois, el hatha yoga mejoraría las funciones cerebrales en sujetos adultos y ancianos. El yoga favorece el desarrollo de la atención hacia los movimientos, la respiración y los pensamientos, y puesto que esos beneficios continúan en la vida normal fuera de la sesión, la capacidad cognitiva del cerebro mejora.
Ayuda a bajar los niveles de estrés. Varios estudios han demostrado que el yoga tiene un efecto inmediato en el sistema nervioso simpático y en la respuesta del cuerpo al estrés.
Mejora la respiración. Una única clase te ayuda a regularizar el ritmo de la respiración, lo cual ayuda para calmar los estados anímicos más agitados y a oxigenar las células.
Mejora la flexibilidad. Los ejercicios de flexibilidad y estiramiento son clave en el yoga. Lo notarás después de una sola sesión, siempre sin forzar y sin llegar al dolor. Mediante el uso apropiado de la respiración para guiar la práctica, los tejidos adquirirán mayor flexibilidad de una forma gradual y natural, siempre en la medida apropiada para el practicante.
Después de varios meses
Ayuda a reducir la tensión arterial. El yoga es un aliado contra la tensión alta, enfermedad que afecta a mil millones de personas. Un estudio demostró que con la práctica constante del yoga tres veces por semana a lo largo de 24 semanas se experimenta una caída significativa en la tensión arterial.
Ayuda a mejorar la capacidad pulmonar. Practicando técnicas de pranayama con constancia durante 10 semanas, la función pulmonar mejoraría, según una investigación del National Center for Biotechnology Information.
Ayuda a encontrar la paz interior. Practicando con constancia técnicas de meditación y de atención consciente es posible controlar la actividad de la amígdala, región del cerebro asociada con el estrés y el miedo. A una disminución de la actividad de la amígdala se corresponde una mejor respuesta al estrés emocional.
Ayuda a disminuir los dolores de cuello. Los dolores de espalda y de cervical son causados por una mala postura y por falta de musculatura en la zona dorsal y cervical. Al trabajar estas zonas con ejercicios apropiados y graduales, es posible fortalecer los tejidos a la vez que se consigue estirar y flexibilizar la columna vertebral. La acción combinada y armoniosa de estas acciones devuelve al cuerpo una postura más balanceada.
Ayuda a liberar la ansiedad. Una investigación publicada por la Universidad de Harvard pone de manifiesto cómo el yoga ayuda a disminuir la percepción de estrés y ansiedad, contribuyendo a modular la respuesta al estrés. Como consecuencia, el latido del corazón ralentiza , la tensión arterial baja y la respiración se vuelve más fluida. Además, controlando la respiración (mediante técnicas de pranayama, por ejemplo) es posible aliviar los síntomas de depresión.
Ayuda a disminuir los dolores de espalda. Agacharse, llevar pesos o las malas posturas provocan tirones y dolores de espalda. La lumbalgia, en particular, es un problema típico causado por el sedentarismo. La elección apropiada de asanas y la práctica constante ayudan a fortalecer la musculatura dorsal y a relajar tejidos agarrotados. En presencia de un problema crónico, el yoga representa un buen remedio para mantener tono muscular y aliviar los dolores.
Ayuda a mantener niveles adecuados de azúcar. El yoga y las técnicas de meditación ayudan a mitigar la hiperglucemia que es causada por el estrés, entre varios factores. Por lo tanto tiene efectos benéficos para el control de la glucosa en la sangre.
Mejora el equilibrio del cuerpo. Las posturas en el yoga obligan a centrarse en todo el cuerpo y en la respiración para lograr mantener el equilibro. Concentrarse en todo los miembros en las posturas que desafían la gravedad y el desarrollo de la atención consciente ayudan a mejorar el sentido de equilibrio.
Después de varios años
Ayuda a fortalecer los huesos. La práctica del yoga resulta muy efectiva en el tratamiento de la osteoporosis. Según estudios conducidos a lo largo de dos años en grupos de pacientes afectados por la enfermedad, la práctica de asanas ayudaría a prevenir, ralentizar y en algunos casos a revertir el decaimiento óseo.
Ayuda a mantener un peso adecuado. El ejercicio físico en general ayuda a regular el metabolismo y a controlar la glucosa. Además, el yoga mitiga la ansiedad y el estrés ayudando así a regular el hambre, ya que la ingesta de alimentos en respuesta a desequilibrios emocionales dificulta controlar el peso.
Ayuda a reducir el riesgo de enfermedades de corazón. Estrés bajo control, la frecuencia del latido cardíaco disminuye, la tensión arterial alta se reduce y el peso bajo control son factores que ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares.
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Gloria Torres
Excelente, casualmente ayer inicie a hacer Yoga y me puse a investigar acerca de sus beneficios, me gusto mucho; tengo muchas expectativas en cuanto a relajación. Creo que me lo he perdido demasiado tiempo. No lo dejarè por nada del mundo, mientras Dios me de la oportunidad de moverme.