Swami Satsangi y la esencia de la relación entre gurú y discípulo

Swami Satsangi

Swami Satyasangananda Saraswati, también conocida como Swami Satsangi, nació en 1953 en la pequeña ciudad de Chandernagore en la India. Pese a que recibió a lo largo de su infancia una educación moderna, emprendió el camino de la renuncia muy pronto, después de una serie de revelaciones que la acercaron al que acabó siendo su maestro, Swami Satyananda Saraswati.

Hoy Swami Satsangi es una reconocida maestra y talentosa autora de varios textos entre los cuales encontramos «La relación entre el gurú y el discípulo», texto fundamental para entender cómo nace y se desarrolla la relación entre el practicante de yoga y su maestro. Copiamos a continuación un extracto del libro que ayuda a enfocar la relación que se desarrolla con el propio maestro.

Swami Satsangi - La relación entre el gurú y el discípulo
Swami Satsangi – La relación entre el gurú y el discípulo

La relación entre el gurú y el discípulo

«Cuando un discípulo encuentra a su gurú, no empieza una serie de preguntas y respuestas y tampoco hay lugar para ejercicios dialécticos intelectuales. Algo simplemente se enciende, y se establece la relación entre los dos. Después de eso, el viaje del discípulo ha terminado. El discípulo entrega sí mismo al gurú, entonces es deber del gurú hacer lo que quiera con él. El gurú ahora da inicio a una nueva aventura para el discípulo. Él decide si el discípulo deberá practicar karma yoga, bhakti yoga, jñana yoga, raja yoga o kundalini yoga; o ningún tipo de yoga en absoluto».

«Las tensiones y neurosis del discípulo simplemente desaparecen. Cuando el ego en todas sus formas se resuelve y cuando el gurú se ha dado cuenta de esto, entonces y sólo en ese momento todos los estados mentales del discípulo se convierten en samadhi y la plena realización se cumple. Los discípulos han errado una y otra vez. Han sido neuróticos con respecto a la sadhana, a la realización de Dios, a la moksha (la liberación espiritual), a los siddhis, samadhi, y por lo tanto no han logrado realizar plenamente su relación con su gurú y  en ocasiones transfieren sus neurosis al gurú».

«Para un discípulo, la primera y última aventura es acercarse al gurú y establecer una relación indisoluble con él. Todo lo demás es responsabilidad del gurú. A continuación, el discípulo será capaz de experimentar la gloria que es naturalmente suya».

Mirko

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