Las cinco etapas para alcanzar el crecimiento espiritual

Sección del tronco del árbol

Todos los tipos de yoga conocidos y practicados hoy en día se basan en el legado de gurús que han llegado a nuestros días a través de sutras y escrituras. Estos sabios han proporcionado mapas para ayudar a las generaciones futuras en su intento de alcanzar un crecimiento espiritual profundo. En general, cualquier tipo de mapa sirve de guía hacia un destino indicando el camino más conveniente; trátese de un mapa de un edificio, de la carretera o un mapa del tesoro. Así mismo los mapas espirituales pueden ayudar a prepararse para las diferentes etapas del viaje hacia el desarrollo espiritual.

Lo que tienen en común los distintos caminos es que para ir de un lugar a otro hay que pasar por los puntos intermedios, así mismo el mapa debe proveer todas las indicaciones para moverse de una forma ágil y sin equivocación. Pero hay algo obvio que merece la pena destacar, por hábil que sea el cartografo y por fiel que sea esta representación, un mapa nunca podrá transmitir las sensaciones del viaje. Un mapa es tan solo el principio del viaje y es la experiencia lo que te cambiará, te enriquecerá y te madurará.

Trasladando nuestra metáfora a la tradición yóguica, hay una fórmula para alcanzar el crecimiento espiritual, nuestro destino. Esta consiste en:

Experiencia – Conocimiento – Sabiduría

Sin la experiencia, un conocimiento no se trasformará nunca en sabiduría.

Para alcanzar un conocimiento interno más desarrollado hay que pasar por fases, o pasos. Este concepto está descrito por la palabra Pad. Es un tipo de evolución que procede y ocurre por etapas, es por lo tanto un tipo de esfuerzo acumulativo. Así que en la tradición del kundalini yoga tenemos estas fases de desarrollo a lo largo de la existencia de una persona:

  • Saram Pad (el novato)
  • Karam Pad (el aprendiz)
  • Shakti Pad (el artesano)
  • Sahej Pad (el experto)
  • Sat Pad (el maestro)

Saram Pad (el novato)

Es la primera etapa de nuestro camino. Hay tres tipos de motivaciones que nos empujan a empezar este recorrido:

  • La necesidad
  • La posibilidad
  • El destino

Alguna vez necesitamos cambiar, ver otra perspectiva y mirar nuestra vida desde otro ángulo. Otras veces mirando con detenimiento y atención a nuestro alrededor aprendemos de los demás que hay otra posibilidad de vivir y hacer las cosas. Y, por último, alguna vez sentimos que el impulso es intuitivo, natural y nace de nuestro ser creativo: este último empuje instintivo no tiene explicación racional y es lo que solemos llamar destino.

Unos de los retos que hay que superar en esta primera fase es saber dónde poner la atención. Hay muchos estímulos que de golpe tenemos que aprender a gestionar, pero lo importante es dejarse llevar y confiarDe hecho las cualidades mejores que un novato puede tener son:

  • La obediencia
  • La motivación
  • La disciplina

En la práctica, es conveniente entender las reglas y seguirlas. Con el tiempo habrá hábitos que, trabajados cada día, se volverán automáticos para que el novato pueda desarrollarse y poner su atención en otro aspecto de su práctica. Las reglas permiten acumular experiencias. Algo parecido a conducir el coche o tocar música. Aprender a tocar un instrumento y saber dónde están las notas, permite mover el enfoque del instrumento a la partitura y a la armonía.

(Seguiremos nuestro viaje por el camino del desarrollo espiritual en la Las cinco etapas para alcanzar el crecimiento espiritual (II parte))

Paolo

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