El Prana es energía vital
Los chinos la llaman Qì. Los japoneses Ki. Los europeos la llaman Pneuma. Y finalmente, los yoguis, Prana.
Aunque la palabra sea diferente dependiendo de la cultura y del idioma que se utilice, el concepto es el mismo: una única energía que pulsa por todo el universo.
Prana es una palabra sánscrita donde «pra» significa constante y «na» movimiento. Es la primera y básica unidad de energía. Es la suma de todas las energías contenidas en el universo. Por eso todos los seres vivos, en cuanto tales, están dotados de Prana que se absorbe a través, por ejemplo, de la piel, de la respiración o de la comida. Cuando esta energía universal entra en un organismo se transforma en energía «individual» que fluye por los nadis. Los nadis, en sánscrito «tubos», son canales que se extienden por todo el cuerpo. Se dice que son 72.000, de los cuales 72 son vitales pero solo 3 son los principales: Ida, Píngala y Sushumna.
El mantenimiento de un equilibrio armónico interior depende de un correcto flujo del Prana. Como consecuencia de un desequilibrio interior, el cuerpo y la mente enferman por carencia de energía vital. Según la tradición yóguica en el cuerpo humano hay diferentes tipos de Prana con particulares frecuencias y que se almacenan en diferentes zonas (vayus): prana, apana, samana, udana y vyana.
Los diferentes tipos de Prana
El prana (con «p» minúscula, no es el Prana entendido como universal sino que representa una parte) se encuentra entre el cuello y el diafragma. Controla el funcionamiento del corazón y de los pulmones y de todas sus funciones: respiración y circulación.
Apana es la fuerza eliminatoria del cuerpo y se localiza en la zona del ombligo. Apana controla las funciones de los riñones, de la vejiga, del recto, de los intestinos y de los órganos genitales y excretor.
Samana está situado entre la parte baja del diafragma y el ombligo, entre las dos fuerzas opuestas prana y apana. En sánscrito significa «igual» y «equilibrado» y es la energía que activa y controla los órganos digestivos y sus secreciones además de ser responsable de la digestión y de la asimilación de nutrientes.
Udana está localizada en la región de la garganta y de la cabeza. Gobierna el habla y la deglución. Cuando esta energía no es fuerte, se tiende a tener dificultad en regular la voz y en la entonación de las notas musicales.
Vyana es una fuerza que invade todo el cuerpo y controla todos los movimientos y la coordinación de las articulaciones. Sustenta también todos los demás vayus que requieren una ayuda suplementaria.
Ahora que hemos descrito la función del Prana y de los vayus que lo componen, la pregunta surge espontanea: ¿qué hay que hacer para incrementar y equilibrar el Prana? Lo comentaré en la próxima entrada sobre el tema, pero os dejo con esta cita de André Van Lysebeth que resume de una forma clara y concisa la importancia del Prana: “El prana es para el Yoga, lo que la electricidad es para nuestra civilización”.
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Estaban
Buenos dias ..mucho gusto mi nombre es Esteban.
Fumo marihuana, y cada vez que lo hago el cuerpo y la mente se ponen mas sensibles y altera mi energía, con ello siento como una especie de llama en el centro de mi cuerpo, en el pecho. Esto es algo bueno?