El agua y las emociones: los pensamientos nos afectan físicamente

Hombre hecho de agua

¿Es verdad que los pensamientos pueden afectarnos físicamente? ¿Nuestro mundo interior y las emociones, pueden impactarnos tanto como para poder modificar y moldear nuestro cuerpo? Los estudios del japones Masaru Emoto sobre el agua demuestran esta interdependencia. Nacido en 1943 en Japón, Emoto comenzó su investigación en 1984, después de haber conocido al bioquímico Lee H. Lorenzen y su trabajo sobre un analizador de resonancia magnética del agua, así como los estudios de Wilson Alwyn Bentley (el primero que fotografío los cristales de nieve).

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Wilson Alwyn Bentley («The Snowflake Man», el hombre copo de nieve)

Emoto estaba estudiando los poderes curativos del líquido elemento, cuando empezó a fotografiar diferentes tipos de agua, como, por ejemplo, la proveniente de acueductos de diversas ciudades, de un manantial, de un río o de un lago. Estas aguas venían cristalizadas por medio de un método de congelación que permitía examinar sus estructuras y sus estéticas al microscopio en una situación estable. La brillante idea que hizo gritar al perspicaz estudioso ¡Eureka! fue la de exponer estas diferentes muestras a vibraciones producidas por la música y por palabras u oraciones, (estas últimas pronunciadas o solamente escritas en el dorso de las botellas que contenían el liquido). El resultado fue asombroso.

Los cristales sometidos a palabras de agradecimiento y amor, a pensamientos positivos y a sesiones de música relajante, mantra y clásica, tenían una estructura hermosa y una forma geométrica perfectamente hexagonal; mientras que los que eran sometidos a conceptos y emociones desagradables y desapacibles, eran desestructurados, con forma desordenada y antiestética.

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En la foto de la izquierda se había pronunciado la palabra «amor», y en la de la derecha la frase «te voy a matar»

Con su trabajo empírico, Emoto comprobó que el pensamiento tiene un efecto prodigioso en el agua y también dio una respuesta a las preguntas que nos hemos puesto al principio de este artículo. Considerando que nuestro cuerpo está compuesto verosímilmente de un 70% de agua y nuestro celebro de hasta un 90%, hay que entender la importancia de las palabras que usamos para expresar nuestros sentimientos, de lo que leemos, de lo que vemos en la televisión, de lo que pensamos y de la música que escuchamos.

Paolo

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