El mantra So Ham, sonido de los ciclos de la respiración
El ser humano respira unas quince veces por minuto, lo cual suma al cabo del día unas 21.600 respiraciones. La respiración es un proceso que involucra dos actos: la inspiración, por el que el aire entra en los pulmones, y la expiración, que permite que el aire salga de los pulmones. Según la cultura yóguica hay dos sonidos que caracterizan estas dos fases: en la inhalación realizamos el sonido «so» y en la exhalación el sonido «ham» (puede ser escrito y se puede encontrar también como «jong«). En sánscrito la palabra «so» significa «yo» y «ham» significa «eso, tu«. Juntos forman el término «so-ham» que significa «Yo soy tú, eso«.
La meditación So Ham
Estar concentrados en la respiración es una forma de meditación. Es un método natural, un Sahaja, que significa innato, espontáneo. Para entendere como funciona este tipo de meditación, sigue estos pasos:
- Elige un lugar en contacto con la naturaleza, por ejemplo en un bosque o en un parque.
- Siéntate en una postura cómoda con la espalda recta, el pecho abierto y los hombros relajados.
- Respira normalmente e intenta percibir el sonido que creamos al inhalar y al exhalar. Si al principio no escuchas nada, repite el mantra «so» al inhalar y «ham» al exhalar.
Seguramente las primeras veces será, por el mismo hecho de hacer caso a la respiración y al sonido, un poco problemático. El ritmo se te irá de las manos, quizás intentes controlar la respiración. Si es así, para. Haz una o dos respiraciones largas y profundas y vuelve a empezar para intentar encontrar un ritmo continuo y espontaneo y llegar casi a olvidarte de lo que estás intentando hacer. Continua durante cinco minutos y luego inhala largo y profundo, reten un poco el aire y exhala. Sigue sentado.
Si podemos meditar cerca del mar todavía mejor. El ritmo del ir y venir de las olas puede ser entendido como la misma respiración del mar y comparable con la nuestra. Todo esto acentúa el poder del mantra y de la meditación.
La naturaleza divina del ser humano
La palabra «ham» es traducida a menudo como «dios» o «infinito» y, por lo tanto, en esta ocasión «soham» se traduciría «yo soy dios, infinito«, lo cual nos recordaría que somos parte de dios, del infinito, del universo (vale para cualquier tipo de creencia). Así que cada día, por 21.600 veces, con la naturaleza de la respiración estamos afirmando y subrayando que nuestra esencia es infinita, «cantando» y repitiendo un mantra que nos acompaña para toda la vida. SO-HAM.
La imagen de portada es una adaptación de Mike Tungate con licencia CC.
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