Ejercicios para despertar bien por la mañana

Ejercicios para despertar bien por la mañana

Despertar por la mañana es uno de los momentos más importantes y cruciales de todo el día. Sin duda es una de las fases que más pueden influenciar nuestro estado de ánimo, nivel energético y en definitiva nuestra visión de la jornada. Por la mañana uno puede decidir hasta cambiar su vida de una vez por todas, establecer metas ambiciosas y planificarlas en detalle, pero nada de esto será posible si nos levantamos con «el pie izquierdo«. Así que para despertarnos bien es necesario tomarse un poco de tiempo para activar el cuerpo y conectar con nosotros mismos. Vamos entonces a ver unos pocos ejercicios para despertar el cuerpo y empezar con energía y consciencia.

La fase de preparación

Nos tumbamos boca arriba y manteniendo todavía los ojos cerrados frotamos las palmas de las manos y las plantas de los pies hasta que estén bien calientes como en la imagen de arriba.

Luego, bajamos los pies al suelo, estiramos las piernas y llevamos las manos encima de nuestra cara; empezamos entonces a friccionar suavemente todas las zonas del rostro: mejillas, ojos, cejas, frente, boca y barbilla.

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Llevamos los brazos detrás de la cabeza y estiramos por completo nuestro cuerpo. La intención que tenemos bien en la mente es que los pies y las manos se distancien lo más posible.

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La fase de estiramiento y calentamiento

Ahora empezamos a despertar y calentar nuestro cuerpo. Veamos una postura de estiramiento fácil e intensa. Esta postura debería hacerse combinada con una respiración de fuego porque ayuda a mantenerla más tiempo. Si todavía no hemos aprendido este tipo de respiración, podemos hacer una larga y profunda.

Para entrar en la postura final, llevamos primero las rodillas al pecho, levantamos la cabeza y estiramos los brazos como en la foto a continuación. Esta fase dura tan solo unos instantes y es la manera correcta para entrar en la postura final sin dañar la columna.

postura de estiramiento

  • A continuación, estiramos totalmente las piernas.
  • Los pies se quedan activos con los dedos abiertos.
  • La intención es que los talones se alejen lo más posible de nosotros.
  • Mantenemos fuertes los abdominales e intentamos no arquear demasiado las lumbares.
  • Mantengamos la postura durante dos minutos, si podemos. Si nos cansamos antes, bajamos la cabeza y las piernas al suelo, hacemos un par de respiraciones largas y profundas y finalmente volvemos al ejercicio para terminar el tiempo recomendado.

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Variantes para suavizar la postura

Si esta postura es demasiado intensa para nuestro cuerpo, podemos encontrar variantes. Para proteger la zona lumbar podemos posicionar las manos por debajo del coxis para conseguir que la parte baja de la espalda no se arquee demasiado.

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Entonces estiraremos las piernas como visto anteriormente, durante dos minutos.

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Si lo que nos molesta es la cervical, bajamos la cabeza al suelo. Obviamente es posible combinar ambas variantes para tener una postura segura para lumbares y cervical.

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La relajación final

Para terminar esta breve sesión ahora toca relajar la espalda; al fin llevamos las rodillas al pecho y las abrazamos con los brazos. Inhalando expandimos con consciencia los pulmones (parte baja, media y alta), y al exhalar empujamos, con la ayuda de los brazos, las rodillas hacia el pecho. Seguiremos con esta intención durante 1 minuto. Para más detalles sobre esta postura de relax para la espalda (su nombre es apanasana), haz clic aquí.

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Finalmente, giraremos el cuerpo hacia un lado y con la ayuda de los brazos nos incorporaremos, ¡listos para un nuevo y desafiante día!

Paolo

1 Comment

  1. gina

    Me gustaría recibir sus programas a mi correo

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