Cómo dejar de fumar en ocho pasos

Cómo dejar de fumar en ocho pasos

Empecé a fumar a la edad de quince años. Solía fumar cualquier marca de cigarros que encontraba en el estanco, curioso y ávido por probar nuevos sabores. Hasta que me hice todo un experto en tabacos. Nunca he sido un gran fumador, no he fumado más de quince cigarros al día en mi vida. Lo más complicado de dejar de fumar, dependencia aparte, fue que no era el único fumador de mi grupo, sino que todos y cada uno de los amigos de mi entorno pasaban las tardes con el cigarro en la boca.

Cuando intenté dejar por primera vez el tabaco fue con la edad de veintitrés años. No tardé más de tres meses en volver al hábito. Y a lo largo de los años siguientes, intenté abandonar el tabaco por lo menos diez veces más. Había intentado de todo hasta entonces: parches de nicotina, chicles con nicotina o mascaba tabaco para chupar nicotina. Sin éxito. Solo unos años más tarde conseguí cumplir con mi intención de abandonar el vicio, y así sigo tan entusiasta por el logro que me ha parecido oportuno compartir mi receta con quien quiera dar el paso.

  1. Fuma cigarros liados a mano
    Te ayudará a reducir el número de cigarros que fumas y sentirás tu adicción hacerse más débil día tras día. Encender un cigarro te llevará más tiempo: hay veces en que liar un cigarro aburre, así que en esas ocasiones por temas de comodidad no te fumarás nada. Además, a veces no querrás parecer inoportuno liando algo parecido a un canuto en público.
  2. Prepárate para la ceremonia del último cigarro
    Fúmate el último cigarro sabiendo que será el último que fumarás para toda la vida (quizás te divierta leer “La conciencia de Zeno“, historia de un fumador empedernido y de su último cigarro). Desde luego tendrá que ser el último que tienes en el paquete; luego asegúrate de que no hay más tabaco en casa. Ver la caja de cigarros vacía después de fumarte el último pitillo te dará una sensación de estar libre del vicio. Si es por la noche y has decidido dejar de fumar pero todavía tienes 5 o 6 cigarros, tómate tu tiempo y acaba la caja. No importa si es tarde. Tienes que aprovechar el momento. Será increíble levantarse por la mañana con una nueva vida por delante, un mundo lleno de posibilidades y todas sin tabaco. Además, fumar tanto y seguido te dejará una sensación desagradable, y eso te convencerá todavía más de lo malo que es fumar.
  3. Empieza alguna actividad física
    Decidí dejar de fumar a la vez que empecé a practicar yoga. Practicar algún deporte ayuda a relajar parte del estrés y de la tensión debidos a la falta de nicotina. Sal a correr, ve al gimnasio o a la piscina; haz algo. Debes sentir que los deportes y los cigarros no pueden coexistir.
  4. Bebe mucha agua
    Beber agua ayuda a depurar tu organismo de todo residuo de nicotina.
  5. Utiliza inciensos en casa
    Los primeros días después de abandonar el vicio, volver a casa después del trabajo me ponía a dura prueba. Lo pasaba mal, echaba en falta tirarme al sofá y fumar un buen cigarro. Empecé a encender inciensos en casa, no dan adicción y ayudan a relajar tu mente. Un par de meses fueron suficientes en mi caso. Te recomiendo que elijas un incienso ligero y que airees el ambiente de vez en cuando (conseguí que un huésped no acostumbrado a esos fuertes olores se mareara en mi casa).
  6. Piensa siempre en que alguien está controlando tu vida
    Las grandes multinacionales del tabaco cobran un despropósito en beneficios controlando tu dependencia y convirtiéndote en un esclavo de sus productos. Estarás de acuerdo conmigo en que no te lo mereces.
  7. Pide a tu pareja o compañeros de piso que no fumen en casa
    Vivir con un fumador es incompatible con este cambio en tu estilo de vida. Mi pareja no ha fumado en su vida, lo he tenido fácil. Es muy probable que ella quiera ayudarte a dejar el hábito yéndose a fumar al balcón o por la ventana del cuarto de baño. Si encuentras resistencias, siempre puedes considerar cambiar de pareja o de piso, quizás haya llegado el momento.
  8. Evita el alcohol, pero bebe café
    Sí, y come chocolate, bebe té y consume cosas que te hacen feliz, al menos durante los primeros tres meses, el periodo más delicado. Las primeras dos semanas sin tabaco es probable que no duermas y te sientas hiperactivo durante todo el día. Pero pasadas las primeras dos semanas sin tabaco, experimentarás nostalgia y aburrimiento. Te sentirás vacio, sin sentido. Este es el momento más peligroso. ¡Presta atención! La emoción del desafío se acabó y para mantenerla viva, bebe café. Solía beber café americano a lo largo de todo el día; me mantenía despierto y con ganas de hacer cosas.
    No, no bebas alcohol. No hay nada como un cigarro para acompañar una copa.

Aquí tienes mis recomendaciones, algunas te parecerán raras y un poco frikis. Quizás tengas razón, pero han funcionado: ya van seis años desde que me planteé dejar de fumar por última vez. No siempre me molesta el olor de un cigarro en la calle, pero los entornos muy cargados se me han vuelto insufribles. Y ahora te toca a ti, a por el último cigarro: detrás de la última colilla que tirarás hay una existencia nueva.

Mirko

1 Comment

  1. Lorena

    Gracias por tus consejos! Yo también dejé de fumar y a los 3 meses recaí en el vicio… Ahora que he empezado a hacer yoga noto como mi respiración es mucho menos profunda que la de mis compañeros, aguanto menos las posturas por fatiga… Así que me he propuesto dejarlo de nuevo , esta vez para siempre. Cuando se acabe este paquete… Adiós veneno.

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